Protección frente a la leishmaniosis

Protección frente a la leishmaniosis

Las leishmaniosis son enfermedades producidas por un parásito del género Leishmania que se transmite por la picadura de un mosquito infectado por el parásito, el flebotomo.

El mosquito-flebotomo y su ciclo vital

Los flebotomos son insectos de tamaño pequeño, con pelos y dos alas que, a diferencia de las demás especies de mosquitos, no emiten ningún zumbido al volar. El color va desde pajizo claro a marrón oscuro. El mosquito-flebotomo hembra es responsable de la transmisión de la enfermedad con su picadura, pero para ello tiene que estar previamente infectado con el parásito. La mayor parte de las personas a las que les pica el flebotomo no se contagian de leishmaniosis, ya que son muy pocos los que transmiten la infección.

La temporada de mosquitos comienza con el calor, normalmente en mayo (aunque a veces se puede adelantar a marzo), y finaliza en septiembre u octubre si se prolonga el verano. En invierno los mosquitos-flebotomos permanecen en estado larvario y no pueden transmitir la enfermedad.

Los mosquitos no pueden verse durante el día porque permanecen en grietas, oquedades y hendiduras. El ciclo de actividad de los mosquitos comienza al atardecer y continúa hasta el amanecer. Los mosquitos del área mediterránea prefieren las noches cálidas (no menos de 16°C) y, debido a su tamaño pequeño, no pueden volar con vientos fuertes (más de 1 m/segundo). Sin embargo, pueden viajar largas distancias (hasta 2 km).

La Leishmaniosis

La enfermedad no se transmite por contacto directo de persona a persona o de animal a persona, siempre es a través de la picadura de un mosquito infectado.
Hay varias formas clínicas de presentación, la leishmaniasis cutánea, mucosa y visceral.
El período de incubación de la leismaniasis cutánea (LC) en los seres humanos es de 2 a 3 meses en promedio, y puede tener períodos más cortos (2 semanas) y largos (dos años). Las personas con LC tienen una o más lesiones en la piel y las úlceras pueden cambiar de tamaño y apariencia con el tiempo. Las lesiones son indoloras, inicialmente las úlceras están cubiertas por una costra y al desprenderse, se observa la úlcera típica redondeada, de bordes regulares y elevados, indolora y de base infiltrada.

En el caso de la Leishmaniosis visceral, el período de incubación puede oscilar entre 10 días y 24 meses, con una media de 2 a 6 meses. La infección se caracteriza por un
amplio espectro clínico: fiebre que puede ser constante o irregular, pérdida de peso, aumento de tamaño del bazo y en ocasiones del hígado, palidez causada por anemia grave, y otras alteraciones sanguíneas (leucopenia, trombocitopenia) y pérdida de peso que ocurre de forma lenta y progresiva. Otros signos y síntomas secundarios incluyen trastornos respiratorios o gastrointestinales, como vómitos y diarrea, así como hemorragias (gingival, epistaxis), petequias, ictericia y ascitis. La leishmaniosis visceral siempre debe tratarse y necesita un tratamiento específico, que en general se hace en un hospital y evoluciona favorablemente.
Las infecciones por Leishmania se han descrito también en animales silvestres y domésticos. El perro en España es el principal sistema de mantenimiento de la enfermedad.
A finales del 2010, se detectó un incremento de casos de Leishmaniosis en humanos en Fuenlabrada, Léganes, Getafe y Humanes de Madrid y a partir de entonces la Consejería de Sanidad, junto a los Ayuntamientos y la Dirección General de Medio Ambiente han adoptado las medidas oportunas para el control del mosquito-flebotomo y del reservorio urbano.
No obstante existen una serie de medidas de protección tanto personales como para nuestros perros, dirigidas a evitar el contacto con los vectores:

Medidas de Protección personal en el exterior y en el hogar

Medidas de protección en el exterior:
· En las zonas de riesgo durante los paseos al anochecer y primeras horas de la noche es recomendable utilizar medidas de protección de la piel con ropa adecuada (manga larga, pantalones que cubran las piernas) y uso de productos repelentes. Una buena opción es el empleo de DEET (N,N-Dietil-meta-toluamida) o productos a base de Icaridín como protectores. Para niños están mejor indicados productos a base de IR3535 (etil butilacetilaminopropionato).
· Al usar cualquier tipo de repelente, se recomienda:
o No aplicarlos en niños menores de 2 años, en estos casos la protección ha de hacerse mediante el uso de ropa adecuada que cubra brazos y piernas, y una tela que proteja el cochecito. En niños más mayores deben utilizarse con precaución y evitar aplicarlo en las manos de los niños, ya que se las pueden llevar a la boca y a los ojos.
o Leer y seguir cuidadosamente las indicaciones antes de su uso y consultar al farmacéutico si se tiene alguna duda.
o Utilizarlo siempre en el exterior y en espacios abiertos durante el tiempo necesario y cumplir estrictamente las instrucciones de uso, especialmente el número de aplicaciones diarias permitidas.
o Cuando ya no sea necesario el repelente, se debe limpiar la piel con agua y jabón.
o En caso de que se presente algún tipo de reacción en la piel, se debe limpiar la zona con agua y jabón y consultar al médico.

Medidas de protección en el hogar:
·  Instalar telas mosquiteras de malla fina con una luz de 0'3-0'4 mm2 en puertas y ventanas.
·  Utilizar insecticidas eléctricos de uso doméstico
· Aplicar periódicamente insecticidas, especialmente en los cercos de puertas y ventanas como posible vía de entrada, así como en leñeras y muros.
· Realizar adecuadas medidas de limpieza y conservación de aquellos lugares que pudieran servir de refugio al mosquito-flebotomo.
· Evitar la acumulación de restos vegetales y escombros en las proximidades de la vivienda.
· El uso de aire acondicionado y ventiladores dificulta la presencia del mosquitoflebotomo en el interior de las viviendas.

Medidas de protección para nuestros perros

· Mantenga a su perro dentro de la casa desde el atardecer al amanecer entre los meses de mayo y diciembre. Utilice mosquiteras en la zona de descanso de su mascota.
· Aplicar periódicamente productos repelentes en los perros que los protejan de las picaduras de los mosquitos-flebotomos, el empleo de collares antiparasitarios o pipetas eficaces puede ser una buena opción (consulte a su veterinario).
· Aplicar insecticidas o pinturas insecticidas de contacto en las casetas de los perros.
· Es recomendable efectuar revisiones periódicas en su veterinario, que le aconsejará
sobre la idoneidad de efectuar el diagnóstico. Los principales síntomas que debe observar son: pérdida de pelo, crecimiento anormal de las uñas, heridas que no cicatrizan (principalmente en la trufa y extremidades), inflamación del ojo, atrofia
muscular (principalmente en la cara con expresión triste), cansancio, adelgazamiento, etc. Si observa síntomas en su perro, acuda a su veterinario.

Enlaces:
Comunidad de Madrid
Organización Panamericana de Salud

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