Pinto en la historia: del siglo XV al XX

Siglo XV

En este período se produce la consolidación definitiva del núcleo, como fortalecimiento de los señores nobiliarios y el aumento de la población producido a consecuencia de la inmigración de los territorios reconquistados.

El núcleo primitivo, formado por las calles Lista, Calzada Real, Amadeo I y del Cuartel, presenta una estructura típica medieval, de trazado radial con el centro en la plaza (actual Pza. de la Constitución). Un espacio doblemente funcional: plaza del mercado, que como tal centralizaría todo el comercio del burgo, y lugar de celebración de festejos y actos públicos.

El caserío es homogéneo en este período, construido en adobe con fachadas encaladas, destacando algunas casonas solariegas en piedra o ladrillo.

En 1405, el rey Enrique III el Doliente, ante la reclamación que de Pinto hacía el Concejo de Madrid y, basándose en disposiciones de monarcas anteriores, resuelve en favor de los demandantes, despojando a Dña. Juana de Orozco de su propiedad.

Sin embargo, al año siguiente, fallecido Enrique III, su sucesor, Juan II devuelve la propiedad a Dña. Juana, quien divide el Señorío de Pinto entre sus hijas: Dña. Inés de Ayala y Dña. Teresa Vázquez de Toledo. La mitad del Señorío pasa a sus respectivos hijo e hija, Dña. Marina de Toledo y D. Pedro Suárez de Toledo.

Dña. Marina lega su mitad del Señorío a su hija Dña. Juana Enríquez y D. Pedro a su hija Dña. Leonor de Toledo. Dña. Juana Enríquez contrae matrimonio con el rey Juan II de Aragón; del enlace nace el rey Fernando V de Aragón, Fernando "el Católico". Dña. Leonor de Toledo figura en 1483 como dueña de las dos mitades del señorío de Pinto: una, heredada de su padre, y la otra, comprada a los Jerónimos de Madrid, quienes lo habían heredado, a su muerte, de la reina Juana Enríquez, madre de Fernando el Católico.

A Dña. Leonor de Toledo le disputó una de las mitades de la propiedad Dña. Beatriz de Urueña, esposa de D. Ruy Díaz de Mendoza, a quien se lo había entregado el Rey Enrique IV como dote de boda.

Isabel IINota: En la famosa concordia firmada en la boda de Isabel y Fernando, los Reyes Católicos, se estableció que Castilla recibiría Estella y el perdón de las sumas que debía a Aragón por una guerra anterior. A cambio, Enrique IV, renunciaba a la oferta catalana de aceptarlo como rey, por lo que, contra su voluntad, seguía Cataluña bajo la monarquía aragonesa. Finalmente, Estella no se entregó, por lo que, en prenda de una futura entrega, la reina de Aragón, Juana Enríquez, madre de Fernando "El Católico", dejó su medio señorío de Pinto y otras villas; trato éste que aceptó el Rey en Corella.

Esta mitad del señorío de Pinto, que por la no entrega de Corella correspondía a Enrique IV, la cedió éste al capitán general de su guardia, D. Ruy Díaz de Mendoza, y a su esposa, Dña. Beatriz de Urueña, como dote de boda.

Siglo XVI

Felipe IIÉste es un siglo especialmente importante para el Señorío de Pinto que, del lado de los rebeldes, toma partido contra el emperador, Carlos I de España y V de Alemania, en las revueltas Comuneras; y a través de su torre, en una de las páginas más extraordinarias de la historia de España: "La Leyenda Negra".

Entre sus pétreos muros fueron recluidos, por orden del rey Felipe II: Dña. Ana de Mendoza y de la Cerda, princesa de Éboli (1579), Antonio Pérez, Secretario del Rey (1589) y su esposa, Dña. Juana de Coello e hijos (1590).

 

Princesa EboliA la muerte de Dña. Leonor de Toledo heredó el Señorío de Pinto su marido, D. Alfonso Carrillo de Acuña, de la cuarta rama de los Carrillo. Los siguientes señores feudales de Pinto en este siglo son: D. Gómez Carrillo de Castillo, hijo del anterior; D. Alonso Carrillo de Toledo, nieto, y Luis Carrillo de Toledo, bisnieto.

 

 

 

CapuchinasDel siglo XVI data también el origen del convento de las Reverendas Madres Capuchinas, que se funda como beaterio. Más tarde se transforma en convento de las monjas Bernardas, aunque por poco tiempo, ya que la congregación se traslada a Madrid, instalándose en un convento de la Carrera de San Jerónimo donde, durante largo tiempo, se las conoce con el apelativo de "Las Monjas de Pinto".

La actual iglesia es, en este período, una pequeña ermita consagrada a la Virgen de la Asunción, cuya imagen se conserva en el convento de las Capuchinas y es venerada como Patrona de Pinto.

A lo largo del siglo XVI se desarrollan una buena parte de las obras de la Iglesia Parroquial de Santo Domingo de Silos.

Primeros Datos de Población: El 12 de noviembre de 1571, Felipe II ordena a su contador, Juan López de Zubizarreta, la averiguación del número de vecinos de la Villa de Pinto, así como el valor de sus tercias.

El padrón se realiza el día 19 de noviembre y se repite para su corrección, tras ordenarlo el Ayuntamiento, el día 22 de noviembre del mismo año.

El primer censo daba un total de 835 vecinos y el segundo, y definitivo, 838.

Las calles de Pinto son en 1571: calle Grande, de Labrado, El Raso, el Rasillo, Camino de Madrid, Nueva, de Marina Jiménez, de la Plaza, Detrás de la Iglesia, el Rasillo de Diego Martín y El Castillo.

Siglo XVII

felipe IVEl día 2 de julio de 1624 el rey Felipe IV crea el Condado de Pinto en la persona de D. Luis Carrillo de Toledo.

Durante este siglo los Señores, ya Condes, de Pinto fueron: el citado D. Luis Carrillo de Toledo, Dña. Ana Carrillo de Toledo, D. Luis de Benavides Carrillo de Toledo y D. Luis de Benavides.

En este período tenemos que destacar la finalización de las obras de la Iglesia Parroquial de Santo Domingo de Silos y la importante caída, en la segunda mitad del siglo, de la producción agrícola, base de la economía pinteña.

Siglo XVIII

Felipe VEn el siglo XVIII los condes/condesas de Pinto son: Dña. Antonia de Benavides Carrillo de Toledo, D. Fco. María de Paula Téllez y Dña. María Lucía Dominga Téllez Girón.

La Descripción Lorenzana y el Catastro del Marqués de la Ensenada nos ofrece interesantes datos de la población de Pinto en este período, así como de la trama urbana y la actividad económica.

La Descripción atribuye al núcleo urbano una población cercana a los 1.000 vecinos (unos 4.000 habitantes), que, en 1787, se vieron reducidos a menos de la mitad.

En esta época, Pinto carece de cualquier establecimiento industrial o de artesanía. La actividad es exclusivamente agrícola y comprende una producción de vino y granos de distinto tipo, garbanzo, olivo y algo de hortalizas regadas por noria. Hay canteras de piedra blanca y sólida, y algo de yeso.

El manuscrito del Archivo Diocesano de Toledo correspondiente a la Descripción Lorenzana cifra la producción de grano en 42.000 fanegas y la de vino en 60.000, cuando un siglo atrás era de 600.000.

La trama urbana, en la que destacan, además de la plaza, la torre y los edificios religiosos, está compuesta por más de 600 casas, 400 de ellas están en buenas condiciones, 200 arruinadas y 21 abandonadas; cifras que avalan la hipótesis de la fuerte recesión económica y demográfica de finales del XVII y XVIII.


Siglo XIX

Pinto 1800De comienzos del siglo XIX es el primer plano topográfico que da cuenta de la estructura arquitectónica y urbanística de Pinto. El "Barranco del Egido" divide al núcleo urbano en dos sectores Este y Oeste.

El 6 y 7 de diciembre de 1808 las tropas francesas saquean la villa de Pinto, profanando y expoliando la Iglesia de Santo Domingo de Silos.
 

De mediados de siglo (1858) es el primer plano que nos aporta de una forma detallada la configuración urbana del municipio con los nombre de sus calles.

El sector Este gravita sobre la Iglesia Parroquial de Santo Domingo de Silos, configurando un dédalo de calles que la contornean aumentando progresivamente su radio. El sector Oeste, a su vez, muestra una subdivisión entre la parte Norte -barrio de Las Monjas,Torre- y la Sur -Pza. Mayor- que es, seguramente, el origen del Pinto antiguo.

Los pinteños, al igual que los vecinos de otros municipios colindantes, se movilizan contra el invasor francés en la Guerra de la Independencia. En este capítulo merecen especial mención el guerrillero de apodo "El Pinto", quien demostró gran audacia y valor contra los franceses, y la destrucción del Convento de San Fco. de Asís por las tropas del ejército invasor, como represalia por la voladura de un polvorín.

EstaciónEn febrero de 1851 la reina Isabel II inaugura la segunda línea de ferrocarril española Madrid-Aranjuez. Pinto sería parada intermedia con Villaverde, Getafe, Valdemoro y Ciempozuelos.

En 1850, cuatro barrios configuran la estructura del municipio, siendo Alcalde de la Villa, D. José Ortiz de Lanzagorta, cada uno de ellos vertebrado por una iglesia o ermita o la impronta dejada en la trama urbana por una ya desaparecida:

  •     Barrio de la Asunción.- 481 habitantes, en 91 casas.
  •     Barrio de Sto. Domingo.- 411 habitantes, en 72 casas.
  •     Barrio de Santiago- 364 habitantes, en 49 casas.
  •     Barrio de San Fco. de Asís.- 555 hab., en 101 casas.

 

La economía agrícola y ganadera de Pinto continúa en decadencia por múltiples causas: el caciquismo, la mala política agrícola, las turbulencias de la época y las plagas.

Se arrancan gran cantidad de viñedos y olivares que son sustituidos por cereales; y se cierran también bodegas, cuevas y queserías.

ColonialUno de los principales acontecimientos que se producen en Pinto a mediados del siglo XIX es la fundación, en 1854, de la fábrica de chocolate "Compañía la Colonial", una de las más importantes del sector, como primera consecuencia de la instauración de la línea de ferrocarril Madrid-Aranjuez. Los promotores de la fábrica fueron los hermanos de origen francés: Jaime y Edmundo Méric.

Es éste el único establecimiento industrial importante instalado en Pinto en el siglo XIX; el resto de la industria permanece ligada a la actividad agrícola.

En 1878, un grupo de vecinos convierten el viejo Pósito del Egido (antiguo edificio para almacenar el grano, situado frente a la iglesia Parroquial) en un coqueto teatro, en el que se representan obras casi hasta la Guerra Civil.

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