Pinto en la historia: de la época romana al siglo XIV

Dominación Romana

El modelo de ocupación romana en el término municipal de Pinto parece haberse desarrollado siguiendo dos ejes direccionales:

Dominación romanaPrerromano: siguiendo el curso del arroyo Culebro, al norte del municipio. Se desconoce la identidad de estos hábitat, aunque podría tratarse de pequeños asentamientos agrarios que aprovecharían la vega del Culebro. En general se trata de asentamientos en alto, formados por la agrupación irregular de varias casas de planta rectangular con zócalos de piedra y alzado en tapial.

Dirección Norte-Sur: a lo largo de este eje se sitúan una serie de yacimientos, como son los enclavados en los parajes conocidos como "Tinto de la Cruz" (al norte de Pinto, en las cercanías del arroyo Culebro) y "Las Fronteras" (en la zona de Puerta de Pinto, cerca de la carretera de Andalucía).

Yacimientos"Tinto Juan de la Cruz".- Dos yacimientos tardorromanos y uno altoimperial.
"Las Fronteras".- Restos de una villa tardorromana (s.IV-V), muy deteriorada.

 

 

Hipótesis Sobre el Origen de Pinto

Origen de PintoAunque los asentamientos humanos en lo que ahora es el término municipal de Pinto se pierden en la noche de los tiempos, desconocemos quiénes fueron los fundadores del núcleo que dio origen a la villa.

Primera hipótesis.- Una de las hipótesis más fundamentadas apunta a un origen romano del núcleo y al término "Punctum" (del latín: punto de paso) como origen del nombre del municipio. Punto, que por corrupción del lenguaje, habría dado lugar, con el devenir de los siglos, al nombre actual: Pinto.

Segunda hipótesis.- Hay una segunda hipótesis sobre el origen del municipio que lo sitúa bajo el poder del Islam, y que tiene relación con una hermosa leyenda que nos dejaron los invasores de la media luna: "La Leyenda del Arca" y la denominación de "centro geográfico de la península Ibérica". Según la vieja leyenda árabe, que la tradición ha traído hasta nuestros días, los musulmanes llevaron a cabo unas mediciones que situaron en Pinto, en el Egido, justo en la esquina Xata, en la confluencia de las calles del Hospital y Maestra María del Rosario (hasta 1935 calle del Arca), el punto céntrico de la península. En el citado lugar, siempre según la leyenda, enterraron los invasores, bajo una piedra circular marcada con una X, el arca, en cuyo interior depositaron los instrumentos que habían utilizado en sus mediciones.

Invasión y Reino Visigodo

La primera invasión se detecta, en el término municipal de Pinto, en las huellas de un incendio generalizado y la reutilización de algunas estructuras de las villas tardorromanas arrasadas, como las que se aprecian en los yacimientos de "Tinto Juan de la Cruz", de comienzos del siglo V.

De la época visigoda se han encontrado dos yacimientos en el término:

"Tinto Juan de la Cruz".- La última fase de ocupación corresponde a un cementerio visigodo (s.VI). "Barrio de El Prado".- Necrópolis de las mismas características que la anterior (s.VII).

Época Islámica

No se han documentado restos pertenecientes a este período, aunque toda esta zona estuvo bajo la dominación musulmana desde el año 711 hasta el 1083, en que Alfonso VI reconquistó estas tierras en su camino hacia Toledo.

Reconquista

La pequeña aldea de Pinto fue una de las poblaciones que el rey Alfonso VI reconquistó, hacia el año 1083, en su avance hacia Toledo, reconquistado en el año 1085.

Siglos XII y XIII

Durante largo tiempo la aldea de Pinto es objeto de disputas territoriales entre el obispo de Palencia y las ciudades y tierras de Segovia y Ávila con Madrid; unos contenciosos que dan lugar a las intervenciones de distintos monarcas con los consiguientes deslindes, uno de los cuales tiene que ver, probablemente, con la popular frase de "Entre Pinto y Valdemoro".

El 7 de febrero de 1184, el rey Alfonso VII ordena el primero de estos deslindes, situando la línea divisoria de Madrid y Segovia entre ambas poblaciones.

El deslinde es posteriormente ratificado por Alfonso VIII, en el privilegio firmado el 28 de julio de 1208.

Los conflictos fronterizos continúan y se hace necesaria la intervención, en 1239, del rey Fernando III el Santo, quien presencia personalmente la colocación de 42 hitos y mojones entre las poblaciones de Pinto y Valdemoro.

Es precisamente la presencia de "El Rey Santo" entre los dos pueblos y su determinación de no desairar ni a los de Pinto ni a los de Valdemoro, que competían para ser los anfitriones del monarca, ofreciéndole unos y otros sus mejores caldos y viandas, lo que, con toda probabilidad, dio origen a la famosísima frase, ya que Fernando III optó por comer con los representantes de las dos villas "entre Pinto y Valdemoro".

Siglo XIV

En el año 1332, el rey Alfonso XI intenta ceder la aldea de Pinto a Martín Fernández, Alcalde Mayor de Toledo; sin embargo, ante las protestas del Concejo de Madrid, a cuya jurisdicción pertenecía Pinto, se ve obligado a revocar su decisión en carta fechada en Valladolid, el día 2 de marzo del citado año.

Alfonso XIEn 1359, Pinto pasa a ser Villa de Señorío al ser entregada por el rey de Castilla, Pedro I el Cruel, a D. Íñigo López de Orozco, por los buenos servicios prestados a la corona o, tal vez, por los derechos que sobre la Villa tenía su esposa Dña. Marina Alonso de Meneses Tizón y Loaisa, que tres años antes, en 1356, figura como esposa de D. Fernán Pérez de Portocarrero, guarda mayor del Rey, que se decía Señor de Pinto, y a quien, tal vez, perteneció el escudo que, según el historiador Edwar Cooper, había en la torre: los cestos de las serpientes.

D. Íñigo, primer señor de Pinto, era, además, señor de Hita, Sta. Olalla, Torija, Daganzo y Cobeña, Lorca y Alcalde Entregador de la Mesta, entre otros títulos; este último concedido por el rey Alfonso XI, el día 1 de noviembre de 1339.

En el curso de la guerra entre Pedro I y su hermano bastardo Enrique de Trastámara, D. Íñigo abandonó la causa de "El Rey Cruel" para aliarse con el pretendiente, por lo que fue despojado de sus propiedades, entre ellas la de Pinto.

Finalmente, D. Íñigo López de Orozco, primer señor feudal de la Villa, fue hecho prisionero tras la batalla de Nájera y asesinado por el propio rey, que vengaba así su traición.

En el siglo XIV, la aldea, primero, y Villa de Señorío de Pinto, después, comienza a tener una cierta entidad, aunque su población se ve seriamente mermada por las diversas epidemias que asolan estas tierras.

Juan IbisEl 10 de septiembre de 1380, Juan I, hijo de Enrique II (Enrique de Trastámara) devuelve el Señorío de Pinto a la legítima heredera de D. Íñigo López de Orozco, Dña. Juana de Orozco.

En 1382, Juan I recibe en el "castillo" de Pinto, propiedad de Dña. Juana de Orozco, a D. Juan Fernández de Andeiro, embajador de Portugal, quien rodeado de gran séquito y con poderes otorgados por Dña. Leonor Teles, viuda del rey de Portugal, Fernando I, propone al monarca de Castilla el matrimonio con su hija, la infanta Dña. Beatriz. Boda que se celebraría el 14 de mayo de 1383 en Badajoz.

Dña. Juana de Orozco se une en matrimonio a D. Pedro Suárez de Toledo Mendoza, Alcalde Mayor y Notario Mayor de Toledo, con el que tiene dos hijas: Dña. Teresa y Dña. Inés de Ayala, entre las que se dividiría la propiedad de Pinto. D. Pedro murió en la batalla de Troncoso, en 1385.

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