Julio y agosto han resultado unos meses con unas incidencias extraordinarias en el suministro eléctrico a la ciudad y que dista mucho de la normalidad experimentada en anteriores meses. Las causas que esgrime la compañía tienen su origen en la primera avería que se produjo el 10 de julio pasado y que afectó a dos cableados subterráneos de media tensión. Esta avería no acabó de dar la cara abiertamente, dejando debilitado el cableado. A la postre esta avería inicial ha sido la causante de las incidencias producidas en los días posteriores.

Este tipo de sobrecalentamiento de los conductores de media tensión obedece, según los representantes de Iberdrola, a un aumento considerable del tipo de energía que consumen los equipos de aire acondicionado, que han tenido que funcionar en unas condiciones de calor extremo. Aunque dejaron claro que no fue este aumento del consumo el causante de las averías, ya que el suministro de Pinto está muy bien dimensionado y su distribución es óptima.

Las consecuencias de estas averías se han visto agravadas por una demanda inusual de equipos electrógenos a sus empresas auxiliares, equipos con los que en situaciones normales restablecen en pocos minutos el sumnistro eléctrico.

Por parte de Iberdrola se comprometieron a dar prioridad a las reclamaciones tramitadas por oficinas de consumidores y que tuviesen relación con estas incidencias.

El Equipo de Gobierno aprovechó la reunión para transmitir su voluntad de cambiar de ubicación  aquellos centros de transformación situados en edificios de viviendas. Iberdrola se mostró abierta al estudio de un plan de inversiones si cuentan con el suelo público necesario para ello.