Efectivos del servicio de PIMER-Protección Civil han iniciado hoy el registro de los desfibriladores municipales para adaptarlos a las nuevas disposiciones recogidas en el decreto aprobado por la Comunidad de Madrid este mismo mes y que regula la instalación y el uso de desfibriladores externos fuera del ámbito sanitario.

En el nuevo documento se recoge que los organismos, instituciones o empresas que tengan que disponer de un desfibrilador tendrán un período de doce meses desde la entrada en vigor del decreto, tras su publicación en el BOCM, para proceder a su instalación. Aquellos que ya dispongan de alguno de estos aparatos tendrán un plazo de tres meses para adaptarse al resto de disposiciones contenidas en la norma. Pinto, de nuevo a la cabeza en esta iniciativa, adaptará los instalados en dependencias municipales a lo largo de la presente semana.

Los Servicios de Emergencias 112 de la Comunidad de Madrid registraron en 2016 un total de 1.351 paradas cardiorrespiratorias en la región fuera del ámbito hospitalario, lo que pone de manifiesto la necesidad del uso de este tipo de dispositivos por parte de los madrileños.

Las Sociedades Médicas Internacionales coinciden en recomendar la existencia de un desfibrilador (la primera respuesta asistencial que se presta ante una parada cardíaca) cada 16.000 habitantes. En el caso de Pinto existe uno cada 2.000 habitantes, uno de los mejores datos de toda España.

El Ayuntamiento de Pinto cuenta con 18 desfibriladores en infraestructuras públicas (centros deportivos y centros públicos) junto a paneles informativos sobre su utilización. La explicación allí reflejada se corresponde a las recomendaciones elaboradas por las dos grandes instituciones científicas especializadas en cardioprotección, como son la American Heart Association y la European Resuscitacion Council. También dispone de otros tres en vehículos de PIMER-Protección Civil, más lo que ya existen en entidades privadas deportivas o comerciales.

Se trata de desfibriladores accesibles que pueden ser usados por cualquier persona ante una emergencia, tras avisar al 112 o al 092, puesto que indican mediante mensajes de voz los pasos a seguir en cada momento. Además, si el aparato detecta que la persona sobre la que se quiere utilizar tiene pulso no emite la descarga, con lo que no se puede dañar a la persona que se intenta ayudar.